El arte de los bonsáis se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra. Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de adoración.
Bonsáis del Jardín Botánico de Madrid cedidos por el Señor Ex-Presidente de Gobierno
D. Felipe González Márquez
"Bon" significa bandeja y "say" naturaleza. Así que la traducción de bonsái es: "árbol que crece en bandeja". Un bonsái es un árbol pequeño que vive en una maceta , pero quiere expresar la grandiosidad de los árboles que viven en la naturaleza. El efecto artístico del bonsái depende del buen uso de las diferentes técnicas de poda, pinzado y alambrado pero no son menos importantes los cuidados que hacen crecer al bonsái en todo su esplendor: riegos frecuentes, el abonado preciso, etc. Es frecuente ver viejos bonsái que en primavera lanzan multitud de jóvenes y vigorosos brotes en los extremos de sus ramas. La principal causa de este bien estar el árbol hay que buscarla en la renovación periódica del suelo y de las raíces que efectuamos con el transplante. Con ello se logra rejuvenecer al árbol y facilitar la absorción de nutrientes y agua. Los constantes cuidados que reciben los bonsái les permiten vivir mas años que sus congéneres naturales. Podemos decir que un bonsái bien cuidado es un árbol que a encontrado la felicidad.
http://www.axis.org/usuarios/omar/2.htm
En general, cualquier especie arbórea o arbustiva puede ser cultivada como bonsái, pero las más apreciadas por los aficionados son aquellas que poseen las hojas pequeñas de forma natural y además son resistentes al cultivo en maceta, como por ejemplo, las especies de los géneros: Acer (arce), Pinus (pino silvestre), Ulmus (olmo), Rohododendron (azalea), Ficus (higuera), Olea (olivo), Juniperus (enebro), etc.
Hubo árboles antes que hubiera libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y tal vez llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitará de árboles, y entonces abonará los árboles con libros. Miguel de Unamuno |