La higuera (Ficus carica) es un árbol de pequeño porte o un arbusto de la familia de las moráceas (Moraceae), una de las numerosísimas especies del género Ficus. Originario de Asia sudoccidental, crece ahora espontáneamente en torno al Mediterráneo.
De porte bajo, más semejante al de un arbusto que al de un
árbol (entre 3-10 m),
sobre todo cuando emite rodrigones que sostienen sus ramas. Poco exigente en
cuanto a las cualidades del terreno, su crecimiento es lento. No es raro ver
retoños o pies bastante desarrollados creciendo en farallones rocosos o viejos
muros.
La corteza es lisa y de color grisáceo. Las
hojas son
caducas,
de 12 a 25 cm de largo y 10 a 18 de ancho, profundamente lobuladas, formadas por
3 ó 5 lóbulos.
Produce
frutos compuestos
de un tipo especial, el sicono, a los que se conoce como
higos (sicono
etimológicamente significa higo).
Las higueras crecen espontáneamente en terrenos rocosos e incluso en muros,
donde pocas plantas encuentran oportunidad. El desarrollo de sus raíces es
temido por mover los suelos donde están situadas. La higuera produce un
látex irritante.
Algunas higueras, llamadas breveras, son bíferas o reflorecientes, porque producen dos cosechas al año, la primera, que es de brevas, a primeros de verano, y la segunda, de higos, sobre finales de verano. Las brevas se producen en otoño, pero permanecen en el árbol durante el invierno, madurando al final de la primavera. Otras higueras, en cambio, solo dan higos.
Los frutos de la higuera son diversos, distinguiéndose muchas variedades y distintas fructificaciones estacionales, designándose con términos como higos blancos, higos reina, higos negros y brevas. Fue una de las primeras plantas cultivadas por el hombre. Un artículo en la revista Science constataba el hallazgo de nueve higos fosilizados fechados alrededor de 9400-9200 adC en el poblado neolítico Gilgal I, en el Valle del Jordán. Debido a que las higueras son del tipo partenocarpio, constituyen una de las especies domesticadas. Este hallazgo antecede la domesticación del trigo, la cebada y las legumbres, por lo que puede ser el primer caso conocido de agricultura. A medida que la migración humana transportó el árbol fuera de su ámbito natural se han desarrollado o aparecido miles de cultivares, la mayoría sin nombre y durante miles de años ha constituido un importante cultivo alimenticio.
En el libro del Génesis (3:7), Adán y Eva se cubren la desnudez con hojas de higuera, tras ser sorprendidos en pecado. En la Roma antigua lo consideraban árbol sagrado, por que en su mito fundacional, Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba bajo una higuera .