Jatrofa (Jatropha curcas)
Parece que la Jatropha es la SOLUCIÓN para obtener biodiesel con el mínimo gasto de agua y sin utilidad para el consumo HUMANO crece en tierras de muy baja calidad y con pocos nutrientes. Hay otras plantas venenosas de las que se puede extraer su aceite. Pero no son muchas. La Jatropha parece tener más ventajas frente al resto de especies de flora consideradas venenosas, asegura el jefe del Centro alemán de Agricultura para los Trópicos y Subtrópicos.
Jatropha curcas, conocida como "piñón de tempate" o "jatrofa", es una Euphorbiacea que tiene propiedades medicinales, nativa de América Central, fue difundida a Asia y Africa por comerciantes portugueses, como planta para cercar y hoy en día se ha expandido por el mundo entero.
Las semillas contienen un aceite no comestible, que se puede utilizar directamente para aprovisionar de combustible lámparas y motores de combustión o se puede transformar en biodiesel, mediante un proceso de transesterificación. Además se usa para fabricar jabones. Un colorante también se puede derivar de la semilla.
Resiste en un alto grado la sequía y prospera con apenas 250 a 600 mm de lluvia al año. El uso de pesticidas no es importante, gracias a las características pesticidas y fungicidas de la misma planta. La planta puede vivir hasta 40 años.
India, donde su cultivo había estado en manos de pequeñas productoras, se prepara para sembrar hasta 40 millones de hectáreas con Jatropha. British Petroleum tiene un proyecto experimental para producir biodiesel a partir de una plantación de 100 mil hectáreas en Indonesia. DaimlerChrysler experimenta con tres automóviles Mercedes movidos exclusivamente con diesel de Jatropha.
Grupos de microcrédito y de autoayuda de mujeres indias han impulsado por años su cultivo y han publicitado sus aplicaciones medicinales, como la aplicación del aceite en el tratamiento de tumores, o de la savia e infusiones de las hojas como antipiréticos.
La Jatropha curcas es una planta que crece relativamente rápido «según el clima, en entre tres y seis años» y que vive más de 30, durante los cuales produce semillas con un contenido en aceite de «entre un 28 y un 36 por ciento. El del grano, sin cáscara, es aproximadamente un 60 por ciento», explicó el doctor Klaus Becker, director del Instituto de Producción Animal en Trópicos y Subtrópicos y jefe del Centro de Agricultura para los Trópicos y Subtrópicos, de la Universidad de Hohenheim (Alemania).
Este aceite puede ser destinado para la producción de biodiésel, así como la elaboración de jabones. Pero, ¿se puede obtener biodiésel igual de eficaz? Para el profesor Becker, sí, sin duda. «A partir de la Jatropha, se puede obtener biodiésel de elevada calidad». Se calcula que se pueden obtener 500 kilógramos de biodiésel a partir de esta planta, una vez que han transcurrido entre cuatro y cinco años desde su plantación», explica Becker.
Condiciones extremas
Otra de las ventajas naturales de esta planta, de la familia de las Euphorbiaceae, frente a otros carburantes «verdes o renovables» es su capacidad para resistir en condiciones climatológicas extremas. Puede crecer en suelos pobres en nutrientes o soportar largas temporadas de escasez hídrica. Si bien para su óptimo crecimiento requiere más de 600 mililitros de agua al año, salvo en zonas donde la humedad del aire sea muy elevada, tal y como sucede en Cabo Verde, donde podría crecer con sólo 250 mililitros, expone otro de los expertos sobre este arbusto, Reinhard K. Henning, en su evaluación sobre la Jatropha curcas en África. Si bien «a esta planta no le gustan las temperaturas bajas. Prefiere una temperatura media de más de 25 grados centígrados», explica el doctor Becker, que en la actualidad está trabajando en proyectos relacionados con esta planta venenosa en diferentes países como India, Colombia, Madagascar o Egipto.
La Jatropa curcas se cree originaria de Centro América. «La Jatropha crece en todos los países tropicales», añade el experto, que recuerda que en Birmania este cultivo se extiende sobre 800.000 hectáreas y en China sobre 20.000.
Pero la Jatropha no es la única opción. «Hay otras plantas venenosas de las que se puede extraer su aceite. Pero no son muchas. La Jatropha parece tener más ventajas frente al resto» de especies de flora consideradas venenosas, asegura el jefe del Centro alemán de Agricultura para los Trópicos y Subtrópicos.
Planteles de Jatrofa